La creatina debe estar reservada para su consumo por parte de personas deportistas profesionales o amateur que practican un intermedio o elevado nivel de entrenamiento o competición. Una persona que realiza un par de horas de ejercicio por semana, no es en absoluto un candidato acertado para tomar esta ayuda.
El deportista que se plantee tomar creatina siempre debe contar con el apoyo de un profesional que le asesore sobre su uso, consumo y limitaciones. La toma de creatina no es igual en todos los deportistas ni en todas las situaciones. Es necesario personalizar el tratamiento de suplementación.
Debe adquirir los productos en establecimientos autorizados que garanticen la pureza e inocuidad de la creatina.
Se comercializan suplementos de creatina en forma de pastillas, masticables o bebidas. Habrá que conocer la concentración de creatina que contienen y el volumen o número de unidades que hay que tomar, para no excederse en su consumo.
La creatina o fosfocreatina (creatina con una molécula de fósforo añadida) puede llegar a resultar útil en determinados deportes. Sin embargo, como hemos adelantado anteriormente, provoca un aumento de masa muscular, con su correspondiente incremento de peso corporal total, lo que hace que no resulte muy adecuada en deportes donde el mínimo gramo extra se puede pagar muy caro: como el maratón, las carreras de velocidad o la natación. Tampoco es especialmente útil en deportes de una duración muy larga como puede ser el senderismo, montañismo, travesías, etcétera.
Consejos de uso para la ingesta de creatina
Los mayores beneficios de la creatina se han comprobado en deportes, o fases de los mismos, que consisten en repeticiones intensas y breves, por ejemplo una serie de sprints en ciclismo, los levantamientos periódicos de pesas en musculación, el spinning, el tenis, el fútbol, el baloncesto, el balonmano, etcétera. Estos ejercicios tienen en común que, durante una actividad general, se producen series de carreras, golpes (tenis), lanzamientos (baloncesto, balonmano), donde se puede notar un rendimiento más elevado.
Un ejemplo para ilustrar esta diferencia lo tenemos ante la travesía de esquí y el esquí alpino. En el primero, el ejercicio es intenso pero duradero y bastante constante, sin golpes breves y subidas bruscas de actividad. Para este, digamos, esquí de fondo, no resultaría eficaz la toma de creatina. En cambio, para el esquí alpino donde el deportista ha de realizar giros con movimientos secos y fuertes, el haber recargado las reservas de creatina podría hacer que se obtuviera un extra de energía en esos momentos.
especto a cómo tomar la creatina lo más común es realizar un periodo de sobrecarga de esta sustancia, que consiste en llenar los depósitos de creatina a nivel muscular. Se suele realizar durante entre dos y cinco días, no observándose mejores resultados por aumentar el número de días. En esta etapa se toman alrededor de 20 gramos de creatina al día. Es más recomendable fraccionar este consumo en cuatro o cinco tomas de 4-5 gramos cada una. De esta manera, la aceptación y aprovechamiento es mucho mayor. Este proceso de saturación de creatina funciona mejor si los depósitos previos se encuentran con un nivel de almacenamiento bajo. Por este motivo, personas con baja ingesta de alimentos de origen animal y, por lo tanto, bajo consumo de creatina externa, responden mejor a esta sobrecarga.
No es adecuado, ni beneficioso, elevar por encima de esta cifra el consumo, ya que el exceso de creatina no se puede almacenar y se elimina, principalmente a través de la orina, con bastante trabajo para los riñones, encargados de depurar los elementos sobrantes.
Tras este periodo, se inician las sesiones de mantenimiento, donde la toma de creatina desciende mucho y se mantiene baja pero constante; alrededor de 5 gramos al día. La mayoría de los expertos abogan por realizar descansos entre distintas etapas de mantenimiento, es decir, que estas no duren más de 2-3 meses, para luego descansar algunos meses sin tomar la suplementación.
A la hora de abordar el tema de cuándo tomar la creatina, surgen varias teorías y sistemas. La más repetida es la que indica tomar parte de la dosis diaria antes de realizar la actividad deportiva, y el resto durante y después del esfuerzo, a modo de recuperación. De una manera u otra, sí es aconsejable siempre tomar el suplemento con agua, ya que, como hemos visto, la creatina produce un arrastre de agua hacia sí para su correcto mantenimiento.
Cómo tomar creatina
Precauciones de uso con la creatina
Algunas precauciones que se deben tener a la hora tomar creatina son:
Comprobar siempre la tolerancia al producto antes de usarlo en una prueba o competición oficial, y estar atentos a la asimilación del mismo y a aparición de posibles efectos indeseables.
Vigilar la hidratación, tanto por el deporte en sí, que ya ocasiona pérdidas, como por el aumento de probabilidades de deshidratación al ser usada el agua en el mantenimiento de la creatina, en lugar de en la reposición de los líquidos perdidos.
No sobrepasar nunca la cantidad diaria recomendada. No por tomar más suplemento el rendimiento será mejor, y sí podemos en cambio exponernos a sufrir algún trastorno no deseado.
Valorar la utilidad real del producto. Muchas veces la moda, la rutina o la presión del ambiente, empujan a realizar acciones no adecuadas o innecesarias. Es bueno conocer que a través de una correcta alimentación bien dirigida a nivel deportivo para incrementar las reservas energéticas, y un entrenamiento eficaz, se pueden conseguir espectaculares resultados a un precio mucho más reducido.